lunes, 26 de enero de 2009

"HISTORIA DE LA DECORACION EN ESPAÑA"

EL INTERIORISMO EN ESPAÑA



La Historia de la decoración en España tiene unos condicionantes históricos que afectaron a su desarrollo. El diseño de interiores abarca muchas de las artes mayores, como la arquitectura, la pintura o la escultura que, junto con las artes industriales, la historia, y económica de cada país quedan reflejadas en los interiores de cada época. Cuanto más evolucionada y rica es una sociedad mas complejos y sofisticados son sus interiores. Es precisamente por esto, por lo que la decoración en España, no ha tenido nunca un importante desarrollo. Cuando nuestro país era un imperio, estuvo claramente influido por la iglesia y la inquisición, de forma que mientras que en la corte de los Borbones de Luís XIV en Francia, los grandes espejos, los dorados, la seda y en general el lujo predominaba en Versalles y en toda Francia, a imitación de la realeza y la aristocracia, en España nuestra corte era austera, dominaban los colores oscuros, las paredes encaladas y el terciopelo. Pero en ambos casos las muestras y más importantes de decoración de interiores reflejan, al menos en parte los objetos y aspiraciones de la época.

Los interiores de entonces como los de ahora, son algo más que un espacio lleno de muebles, telas y objetos decorativos, es el resultado del trabajo de mucha gente además de la idea sobre la vida que tenía tanto el que dirigió el trabajo de esas personas como el de la persona que pago por ella, o la de las personas que vivieron allí. Una vez más reflejo de las costumbres del momento.

Tal y como entendemos la decoración hoy en día, donde los profesionales diseñan los interiores en su totalidad, con una distribución correcta de mobiliario, diseño de suelos y paredes, incluso el buscar las tapicerías y materiales para estos espacios, no surge hasta el siglo XVIII, en concreto hasta Luís XV con el rococó. Una vez más en Francia el lujo y el gusto por el disfrutar de una buena casa, es idea de nuestros vecinos. En España estas ideas tardan en llegar, solo una clase social alta y cultivada es capaz de pensar en decorar su casa. Esto sea, quizás consecuencia en parte del clima, por el color, en España se vive de puertas hacia fuera, en parte también porque no nos gusta demasiado recibir en casa.

Es durante la década de 1890 cuando en España el interior artístico se convirtió en señal de riqueza, nivel social y buen gusto, aunque esto solo es accesible a una clase social muy limitada. Durante el periodo Alfonsino en España tuvo una gran influencia todo lo inglés, especialmente en los interiores con colores, materiales y mobiliario claramente inspirado en lo que se hacía en Inglaterra. Hasta entonces, nuestras casas y palacios tuvieron una clara influencia en Francia, no hay que olvidar que los reyes españoles eran Borbones y estos mantuvieron su gusto y muchas de sus ideas, a pesar de reinar en España.

Durante la Guerra Civil, en España se vivió una dictadura, que no permitía que ninguna de las ideas artísticas y decorativas llegara a nuestro país. Mientras que en el resto del mundo se experimentaba con nuevos materiales, colores o diseños. Esto queda visible en el retraso que llevamos con respecto a la decoración con el resto de Europa. Los años 40 y 50 tanto en Francia como en Inglaterra o los países Escandinavos había importantes diseñadores de mobiliario y decoradores, además de muchas y variadas publicaciones de interiorismo, algo que no ocurría en España.

A pesar del célebre refrán español de “sobre gustos no hay nada escrito” si que hay escrito, aunque no todo sirva para cada época, por una cuestión social o cultural. Por ejemplo, siempre se considerará de buen gusto el mobiliario francés del s. XVIII, originales o buenas reproducciones, especialmente las sillas y las butacas Luís XV o los muebles Imperio también franceses o los ingleses de la época Georgiana, sobre todo Jorge III, debido sobre todo a su relativa sencillez y a su notable adaptabilidad a una amplia variedad de interiores actuales. Lo cual sugiere que los objetos de calidad de todos y cada unos de los periodos pueden ser mezclados con criterio. No es posible crear interiores con un mobiliario, tapicerías y objetos d´art que no se adecuara a ciertas normas sobre lo que es o no aceptable, por lo que no es válido el refrán anterior.

En general, en España, se puede decir que utilizar un estilo histórico del pasado, normalmente, es capaz de producir más admiración que una reacción en contra. Parece que el pasado es más respetable que el presente o el futuro.

La aparición del decorador de interiores en el s. XX vino, como resultado de los cambios sociales y económicos. En España, especialmente, acudir a un decorador era, y sigue siendo, un lujo. No se puede olvidar que no hay que contratar a nadie para comprar una cama, una mesa o pintar una pared, pero todo lo que hace un decorador, que incluso se encarga de comprar arte, el bordado de las sabanas, el montaje de una mesa o de una boda, la iluminación perfecta de un salón de un despacho etc. requiere tiempo, criterio, conocimientos, formación técnica que justifica unos honorarios profesionales. Hay un cierto prestigio relacionado con el uso de un decorador que aconseja sobre la apariencia de la casa o el lugar de trabajo. Durante el inicio del s.XX las nuevas fortunas americanas procedentes del ferrocarril y el acero querían demostrar su poder por lo que contrataban a decoradores profesiones para recrear palacios europeos del pasado. Hay que destacar que gran cantidad de estos edificios, estaban decorados con multitud objetos españoles como retablos barrocos, pintura del s. XVII., rejas o artesonados andaluces. Esto demuestra el poco interés que hemos demostrado por nuestro propio arte y sobre todo por las artes decorativas.

Las clases altas gastando grandes cantidades de dinero en la decoración de sus casas, esto queda claro en la gran cantidad de decoradores que desde los años 50 trabajan en España. Hasta entonces, aquellos que querían y se podían permitir contratar a un decorador acudían a profesionales extranjeros de gran prestigio puesto que en España apenas había, tal es el caso de la Maison Jansen, una casa francesa que trabajó en todo el mundo y tuvo algunos clientes en Madrid o Barcelona.

Estos nuevos profesionales tienen una formación académica, además reciben encargos no solo para las viviendas, también se encargan de locales comerciales, restaurantes, despachos profesionales, o entidades bancarias una vez que sus propietarios se dieron cuenta de lo importante que es la imagen que se da de su negocio. Pero en ocasiones, estos nuevos y preparados decoradores realizan obras cuyos resultados dejan mucho que desear, al utilizar sin el menor criterio y conocimiento, elementos de distintas épocas. A veces, también estos malos resultados son consecuencia del trabajo de un decorador sin preparación, que ejerce simplemente por su “buen gusto” o sus “contactos sociales”, algo muy habitual en España, que afortunadamente poco a poco va desapareciendo.

Hay otra tendencia de decoración en España, es la gran cantidad de revistas populares que intentan llevar la decoración a todas las clases sociales, además de muchas marcas comerciales, como ikea o Habitat, con un nuevo concepto de interiorismo accesible a todo el mundo interpretando los modelos de la decoración mas exquisita, es la democratización de la decoración.
En la actualidad, con todo lo anteriormente citado, además de la diversidad de materiales, de colores etc. juegan un importante papel a la hora de determinar la dirección de muchas tendencias decorativas actuales que en muchos casos afectan a todos los países, incluyendo a España, la globalización también llega al interiorismo.

2 comentarios:

  1. Bueno, leyendo el articulo, hace un recorrido histórico desde un punto de vista tradicional que no hay que desdeñar en absoluto, pero no logra establecer una explicación lógica sobre que es el interiorismo actual y su procedencia educativa en España desde el Siglo xx, su relación con el diseño fuera del ámbito constructivo, omitiendo el diseño de producto e industrial o su faceta en proyectos restauración y rehabilitación de edificios históricos, nuevas tendencias en la difusión cultural y expositivas de empresas, que parecen no existir para la autora de este artículo. De todas formas me alegro que alguien se preocupe de comentar sobre diseño de interiores y decoración.

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  2. Sin haber leido el articulo completo, estimo que recorre la historia desde un punto de vista moderno mas no logra explicar lo que es el interiorismo clásico y sus posibles desarrollos en España luego de la caída del régimen. Omite explicar el diseño de producto o su faceta en proyectos inéditos, en nuevas tendencias en la difusión cultural que la autora correctamente pondera. De cualquier modo resulta satisfactorio que haya quien se tome la tarea de informar sobre decoración y diseño de interiores.

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