miércoles, 28 de enero de 2009

ESTILO GOTICO (1200 - 1450)

Es un movimiento de la edad medieval, previo al Renacimiento, por lo que tiene un calado especial entre muchos amantes del mueble de época. El nombre proviene de la relación con el estilo del pueblo Godo, de origen germánico.

Tuvo sus orígenes en Francia a finales del siglo XX y rápidamente se impuso como modelo de cualquier manifestación de arte en toda Europa, aunque cada país introdujo sus propias variaciones locales.

Las principales características son los pilares largos y delgados del mobiliario, lo que hace que presenten una apariencia misteriosa y desolada. Los trabajos, lógicamente artesanos, tenían formas muy complejas y de gran calidad.

La arquitectura gótica supuso la introducción de conceptos de espacio nuevos gracias a la utilización de arcos apuntados, arbotantes y otras innovaciones constructivas, pero el diseño del siglo XII no estaba influido por el nuevo estilo. Las catedrales eran manifestaciones de opulencia pero, para los interiores, los ricos benefactores de la Iglesia parecían preferir mobiliario de roble, funcional y sencillo, cubierto con tapicería.
Los elementos decorativos del gótico, en especial el arco apuntado, no se aplicaron al diseño de muebles sino hasta el siglo XV. Después, durante más de un siglo, se tallaron tracerías y arcos en los paneles de las sillas, arcones y mesas de todos los tamaños. En el siglo XV se introdujeron algunas formas nuevas. Una de ellas fue un tipo de aparador con una pequeña zona para guardar objetos, sostenido sobre unas patas altas; tenía un espacio para colocar piezas encima de la parte cerrada, así como un estante en la parte inferior. Las alacenas tenían dos niveles cerrados con puertas para guardar objetos. Otro importante mueble de almacenamiento era el armario, con puertas grandes que cerraban un espacio de 1,5 a 2 metros. Junto con motivos arquitectónicos, como arcos, columnas y diseños foliados, también se utilizaban tallas decorativas basadas en textiles colgantes. Hay que destacar también el escritorio, que por lo general tenía forma de cofre, cuya parte superior servía de pupitre. En cuanto a los asientos, los había de diferentes tipos, el más extendido era el banco-arcón, que además de asiento servía para guardar objetos. Los sillones eran rígidos, lo cual se solventaba con el uso de cojines. Las camas solían ser amplias y cubiertas por un dosel que, en un principio, colgaba del techo. Las mesas eran muy sencillas y con frecuencia consistían en simples tablas encima de unos caballetes, lo que les confería gran movilidad. El estilo gótico, en un principio un fenómeno característico de la Europa del norte, siguió vigente en el diseño de muebles hasta principios del siglo XVI.

martes, 27 de enero de 2009

LOS ESTILOS DE MUEBLES CLÁSICOS EN LA HISTORIA

Cada estilo tiene una particularidad que recuerda las características históricas, geográficas y sociales del lugar donde se dieron. Hoy en día, ese mueble no ha perdido ninguna de sus connotaciones, por lo que es bueno conocer que le estamos ofreciendo al cliente cuando le vendamos un mueble de estilo gótico o napoleónico, así que repasemos los estilos antiguos – desde el medievo- más importantes que podemos encontrar hoy día.

lunes, 26 de enero de 2009

"HISTORIA DE LA DECORACION EN ESPAÑA"

EL INTERIORISMO EN ESPAÑA



La Historia de la decoración en España tiene unos condicionantes históricos que afectaron a su desarrollo. El diseño de interiores abarca muchas de las artes mayores, como la arquitectura, la pintura o la escultura que, junto con las artes industriales, la historia, y económica de cada país quedan reflejadas en los interiores de cada época. Cuanto más evolucionada y rica es una sociedad mas complejos y sofisticados son sus interiores. Es precisamente por esto, por lo que la decoración en España, no ha tenido nunca un importante desarrollo. Cuando nuestro país era un imperio, estuvo claramente influido por la iglesia y la inquisición, de forma que mientras que en la corte de los Borbones de Luís XIV en Francia, los grandes espejos, los dorados, la seda y en general el lujo predominaba en Versalles y en toda Francia, a imitación de la realeza y la aristocracia, en España nuestra corte era austera, dominaban los colores oscuros, las paredes encaladas y el terciopelo. Pero en ambos casos las muestras y más importantes de decoración de interiores reflejan, al menos en parte los objetos y aspiraciones de la época.

Los interiores de entonces como los de ahora, son algo más que un espacio lleno de muebles, telas y objetos decorativos, es el resultado del trabajo de mucha gente además de la idea sobre la vida que tenía tanto el que dirigió el trabajo de esas personas como el de la persona que pago por ella, o la de las personas que vivieron allí. Una vez más reflejo de las costumbres del momento.

Tal y como entendemos la decoración hoy en día, donde los profesionales diseñan los interiores en su totalidad, con una distribución correcta de mobiliario, diseño de suelos y paredes, incluso el buscar las tapicerías y materiales para estos espacios, no surge hasta el siglo XVIII, en concreto hasta Luís XV con el rococó. Una vez más en Francia el lujo y el gusto por el disfrutar de una buena casa, es idea de nuestros vecinos. En España estas ideas tardan en llegar, solo una clase social alta y cultivada es capaz de pensar en decorar su casa. Esto sea, quizás consecuencia en parte del clima, por el color, en España se vive de puertas hacia fuera, en parte también porque no nos gusta demasiado recibir en casa.

Es durante la década de 1890 cuando en España el interior artístico se convirtió en señal de riqueza, nivel social y buen gusto, aunque esto solo es accesible a una clase social muy limitada. Durante el periodo Alfonsino en España tuvo una gran influencia todo lo inglés, especialmente en los interiores con colores, materiales y mobiliario claramente inspirado en lo que se hacía en Inglaterra. Hasta entonces, nuestras casas y palacios tuvieron una clara influencia en Francia, no hay que olvidar que los reyes españoles eran Borbones y estos mantuvieron su gusto y muchas de sus ideas, a pesar de reinar en España.

Durante la Guerra Civil, en España se vivió una dictadura, que no permitía que ninguna de las ideas artísticas y decorativas llegara a nuestro país. Mientras que en el resto del mundo se experimentaba con nuevos materiales, colores o diseños. Esto queda visible en el retraso que llevamos con respecto a la decoración con el resto de Europa. Los años 40 y 50 tanto en Francia como en Inglaterra o los países Escandinavos había importantes diseñadores de mobiliario y decoradores, además de muchas y variadas publicaciones de interiorismo, algo que no ocurría en España.

A pesar del célebre refrán español de “sobre gustos no hay nada escrito” si que hay escrito, aunque no todo sirva para cada época, por una cuestión social o cultural. Por ejemplo, siempre se considerará de buen gusto el mobiliario francés del s. XVIII, originales o buenas reproducciones, especialmente las sillas y las butacas Luís XV o los muebles Imperio también franceses o los ingleses de la época Georgiana, sobre todo Jorge III, debido sobre todo a su relativa sencillez y a su notable adaptabilidad a una amplia variedad de interiores actuales. Lo cual sugiere que los objetos de calidad de todos y cada unos de los periodos pueden ser mezclados con criterio. No es posible crear interiores con un mobiliario, tapicerías y objetos d´art que no se adecuara a ciertas normas sobre lo que es o no aceptable, por lo que no es válido el refrán anterior.

En general, en España, se puede decir que utilizar un estilo histórico del pasado, normalmente, es capaz de producir más admiración que una reacción en contra. Parece que el pasado es más respetable que el presente o el futuro.

La aparición del decorador de interiores en el s. XX vino, como resultado de los cambios sociales y económicos. En España, especialmente, acudir a un decorador era, y sigue siendo, un lujo. No se puede olvidar que no hay que contratar a nadie para comprar una cama, una mesa o pintar una pared, pero todo lo que hace un decorador, que incluso se encarga de comprar arte, el bordado de las sabanas, el montaje de una mesa o de una boda, la iluminación perfecta de un salón de un despacho etc. requiere tiempo, criterio, conocimientos, formación técnica que justifica unos honorarios profesionales. Hay un cierto prestigio relacionado con el uso de un decorador que aconseja sobre la apariencia de la casa o el lugar de trabajo. Durante el inicio del s.XX las nuevas fortunas americanas procedentes del ferrocarril y el acero querían demostrar su poder por lo que contrataban a decoradores profesiones para recrear palacios europeos del pasado. Hay que destacar que gran cantidad de estos edificios, estaban decorados con multitud objetos españoles como retablos barrocos, pintura del s. XVII., rejas o artesonados andaluces. Esto demuestra el poco interés que hemos demostrado por nuestro propio arte y sobre todo por las artes decorativas.

Las clases altas gastando grandes cantidades de dinero en la decoración de sus casas, esto queda claro en la gran cantidad de decoradores que desde los años 50 trabajan en España. Hasta entonces, aquellos que querían y se podían permitir contratar a un decorador acudían a profesionales extranjeros de gran prestigio puesto que en España apenas había, tal es el caso de la Maison Jansen, una casa francesa que trabajó en todo el mundo y tuvo algunos clientes en Madrid o Barcelona.

Estos nuevos profesionales tienen una formación académica, además reciben encargos no solo para las viviendas, también se encargan de locales comerciales, restaurantes, despachos profesionales, o entidades bancarias una vez que sus propietarios se dieron cuenta de lo importante que es la imagen que se da de su negocio. Pero en ocasiones, estos nuevos y preparados decoradores realizan obras cuyos resultados dejan mucho que desear, al utilizar sin el menor criterio y conocimiento, elementos de distintas épocas. A veces, también estos malos resultados son consecuencia del trabajo de un decorador sin preparación, que ejerce simplemente por su “buen gusto” o sus “contactos sociales”, algo muy habitual en España, que afortunadamente poco a poco va desapareciendo.

Hay otra tendencia de decoración en España, es la gran cantidad de revistas populares que intentan llevar la decoración a todas las clases sociales, además de muchas marcas comerciales, como ikea o Habitat, con un nuevo concepto de interiorismo accesible a todo el mundo interpretando los modelos de la decoración mas exquisita, es la democratización de la decoración.
En la actualidad, con todo lo anteriormente citado, además de la diversidad de materiales, de colores etc. juegan un importante papel a la hora de determinar la dirección de muchas tendencias decorativas actuales que en muchos casos afectan a todos los países, incluyendo a España, la globalización también llega al interiorismo.

lunes, 19 de enero de 2009

EL COLOR



EL PODER DE LOS COLORES

La Luz blanca del sol, en su descomposición, ha dotado a la naturaleza de uno de sus dones más preciados LOS COLORES

Un humorista invitó a algunos amigos a cenar. A medida que éstos llegaban, eran recibidos por aromas agradables que provenían de la cocina, y todos se regocijaban.

Cuando el grupo estuvo entorno a la mesa encendió una luz roja. La carne de los platos se coloreó de un hermoso rojo y tomó una apariencia fresca, pero las espinacas se pusieron negras y las patatas adquirieron un tono rojo vivo. Todos se sorprendieron pero al momento la luz roja dio paso a una luz azul y el asado pareció echado a perder y las patatas podridas. Los invitados perdieron el apetito. A continuación, encendió una luz amarilla. Entonces el vino tinto tomó el aspecto de un aceite espeso y los comensales parecían amarillentos cadáveres. Las damas se levantaron y abandonaron la mesa. Nadie podía comer, aunque los invitados sabían que sólo la modificación de la luz había provocado esas sensaciones.

Con este experimento podremos ilustras perfectamente, la influencia del color en la vida cotidiana de las personas.

La naturaleza y las propiedades de los colores influyen sobre nuestro comportamiento y emociones. El rojo excita, el azul calma, el amarillo estimula el intelecto, el verde regenera fisia y mentalmente, el violeta calma la angustia, el naranja procura una sensación de bienestar...

BIENVENIDOS A MI BLOG

Bienvenido a mi blog. QUE TAL UNA DE DIBUJOS?

Comenzamos a trabajar.

En época de crisis, decir que comenzamos a trabajar es casi increible, pero nos da una esperanza, una ilusión.
El recurso más básico, y económico del que disponemos en decoración es el color, y con el empezaremos.